TU

Esto no es poesía. Esta soy yo: desbordandome...

viernes, 6 de noviembre de 2015

21 De Septiembre


Feliz cumpleaños


Estamos a menos de tres horas de que termine tu cumpleaños y… no logré abrazarte ni una vez durante este día. No sé si es triste o sólo circunstancial, >casual< dirías tú, lo que sé es que este día ha terminado con una centena de abrazos que se quedaran guardados en un espacio en no sé dónde dentro de mí y esperarán tomar formas más adecuadas para llegar a ti.

No quiero hacer de este texto un drama ni nada parecido, no te vi y punto, mis ojos te esperan y mis ganas con ellos. El problema es que es tu cumpleaños, el primero que paso consciente de ello y tengo canciones atoradas en los dedos y besos ahogados en la boca y caricias endureciéndose en las manos y te quieros que se aglutinan en mis intenciones y no encuentro el sendero, el camino para desahogar un entusiasmo que solo a ti pertenece.

Es tu cumpleaños. Es tu cumpleaños y yo… ¿Qué hago aquí? Y tú ¿Qué haces allá? ¿Dónde estamos cuando deberíamos estar abrazados? ¿Cuándo deberíamos hablarnos y escucharnos cada instante? Es tu cumpleaños y por más que volteo no encuentro tu imagen, por más que respiro no siento tu olor ni tu sabor en mi universo. Es tu cumpleaños y parece que lo único que me queda es estar frente a una lap top imaginando que escuchas estas palabras, que leeré para ti en algún momento. Es tu cumpleaños y he decidido hacer lo único en lo que nadie, jamás podrá detenerme. Es tu cumpleaños y he decidido escribirte. 


¿Pero qué se le escribe a alguien que seguramente ha escuchado mucho? ¿Qué le escribes a alguien a quien quieres hablarle con la totalidad de tu existencia? ¿Te escribo que te quiero? ¿Qué me haces falta? ¿Qué has dejado al mundo un color que no conocía y que anhelo ver cada momento? ¿Qué te escribo? ¿Lo que quiero? eso ya te lo sabes ¿lo que no quiero? eso sobra. Dime entonces, ¿Qué se le escribe a la belleza si de por sí ya es bella? ¿Te escribo lo que pienso? ¿lo que eres? ¿En lo que te has convertido? ¿Te escribo que eres hermosa? ¿Qué eres grande? ¿Qué eres perfecta? ¿o te escribo como apareces en mi vida cada vez? ¿Qué eres luz, entusiasmo, ganas, espíritu y aire, que eres día a la mitad de una larga noche, que eres juventud, que eres quien saca cada día más mis huesos de un sepulcro al que parecían resignados; que eres quien me ha dicho al oído que no me rinda, que estoy vivo y que soy capaz, que aún puedo volar, que mis alas duelen pero están vivas, entumidas pero fuertes, como antes, como siempre y que tu cielo me espera para volarlo y que tu aire quiere curarme de mí, de mi letargo? ¿Te digo que eres esperanza, dicha, anhelo? ¿Te digo que eres voluntad y fuerza? ¿O que eres un susurro cerca de mi oído que se vuelve besos y lengua y caricias y cuerpo y sudor y cercanía y comunión y completud y complicidad? ¿Te hablo de la complicidad? ¿De cómo parece que nos hemos conocido desde siempre, al grado de que nuestros cuerpos parecen haber estado mucho tiempo antes juntos, antes incluso que nuestras conciencias que se encontraron aquella noche en aquel beso al que me invito tu cuello? ¿Qué te digo, ay, amor que renace? ¿Qué nadie antes me había besado como tú, con una entrega que pensé que no existía? ¿Qué tus besos no sólo me reaniman sino me rescatan de mí, muy de mí? ¿Qué tus ojos me miran como no me habían mirado hace milenios, que en ellos soy lo que no puedo ser sin ellos, bello, grande, amado? ¿Qué tu amor, que es tuyo, ha volteado hacia mi mundo y me invita a amarlo? ¿Qué tu piel me invita a escribir, a escribirme? ¿Qué tu voz es el ritmo que me devuelve a una música que pensé no escucharía ya nunca más? ¿Qué te digo, que te estoy amando? ¿Qué lo hago por quién eres? ¿Por qué eres la chica que me cautivo con una mirada, quien me hizo ser obvio y hacerme reconocer por todos como un tonto cautivado por una niña? ¿Por qué eres la niña de diecinueve años que cumplió 2¿? En un instante, en una sola noche? ¿Por qué eres, si tú Astronema, la villana que se hace villana porque las villanas no lloran ni llorarían jamás, aunque las empujen otros? ¿Por qué eres Ariel, sirena, sirenita por la que yo daría también mis piernas y mi voz, por la que me haría espuma para hacerme tu océano y tu hogar? ¿Qué te escribo, dime, qué te escribo? ¿te escribo la noche, una más? ¿te escribo mi sueño que ya no llega más desde que lo robaste aquella primera noche? ¿te escribo mi gusto que se llama con tu nombre? ¿te escribo mi paz que son tus brazos? ¿mi alivio que es tu boca? ¿mi refugio que es tu alma y tu piel y tus brazos y tu sudor y tu voz, si tu voz con la que dices no pares y ordenas que te ame como nunca, como a nadie? ¿Qué mi hogar son tus palabras, cada una de ellas y mi descanso tus detalles, tus mensajes, las caritas con las que me despistas cada mañana mientras trabajo? ¿Qué te habito y que me habitas? ¿Qué te escribo? ¿Qué no debería de estar aquí sino ahí dondequiera que estés tú? ¿Qué quiero salir corriendo a tu encuentro no importa cuan lejos y cuan tarde sea? ¿Qué no te vayas nunca? ¿Qué me hagas seguir escribiendo y cantando, si, cantando? ¿Qué me sigas haciendo aprender canciones? ¿Qué me sigas enseñando a tocar la guitarra, para cantar a tu lado? ¿Qué no te lleves mis noches, que solo son noches cuando estás ahí presente? ¿Qué me sigas haciendo dormir las mejores dos horas del día después de besarte durante cuatro anteriores? ¿Qué no me sueltes porque casi salgo del infierno y puedo iniciar el ascenso a tu cielo? ¿Qué no te vayas, por favor no te vayas, no ahora que has salvado a un viajero perdido en ninguna parte? ¿Qué creas? ¿Qué me creas? ¿Qué no dejes de creerme? ¿Qué olvides lo común, que aquí hay alguien que será todo menos común en tu vida? ¿Qué me esperes, poquito, poquitito? ¿Qué quiero ver luciérnagas contigo? ¿Pintar paisajes con nuestros ojos? ¿Adornar el mundo con nuestras manos, juntos? ¿Qué me sigas jalando, que casi tu corazón ha curado al mío? ¿Qué este tonto, como me llamas tantas veces, es tonto, torpe y ciego pero camina y sigue un sólo sendero, el de tus palabras? ¿Qué me ames, sin miedo, sin reserva, que soy para ti? ¿Qué has abierto tanto, tanto mis ojos? ¿Qué yo soy lo que me provocas ser? ¿Qué eres un ángel? ¿Qué me sigas resguardando de mí mismo? ¿Qué te digo? ¿Qué no sé escribir? ¿Qué no sé cómo escribirte a ti? ¿Qué me aterra quedarme pequeño ante tus oídos pero que igual mis textos te pertenecen desde ahora? ¿Qué tú los sacaste del encierro y liberaste mi mano para recuperar la literatura? ¿Qué eres poesía y yo quiero ser poesía a tus renglones? ¿Qué soy tu libro? ¿Sólo tu libro desde ahora? ¿Qué me leas? ¿Qué por favor me leas? ¿Qué no dejes de leerme? ¿Qué por favor no dejes de leerme para que yo no deje de escribirme? ¿Qué sí soy tonto pero quiero dejar de serlo o serlo sólo contigo? ¿Qué te quiero, que te quiero, que te quiero, que te quiero? ¿que te amo? ¿Qué amo respirarte y degustarte y… y… y…que te amo toda? ¿Qué seas mi hogar? ¿Qué calientes el maldito frió que sólo cesa a tu lado? ¿Qué soy tonto, que soy tonto, que soy tonto? ¿Qué soy tu tonto? ¿Qué te digo si seguro has escuchado tanto? ¿Qué te digo que te abrace, que te envuelva, que te conquiste? ¿Qué te digo que traiga a mi vida no más mía, si hasta ahora no he podido decirte nada a la cara? ¿Qué te escribo si soy pobre, incapaz, si soy yo quien necesita que lo salven y tú, tú, tan tú quien me sostiene y me esperanza? Ay, ¿Qué? ¿qué? ¿Qué te escribo que saque lo que siento, que me lo arranque y te lo ponga ante los ojos para que lo sepas, para que te enteres que soy sincero? ¿Qué es lo único que sé, que soy sincero? ¿Qué no te vayas, que no te vayas, que no te vayas? ¿Qué no me sueltes? ¿Qué resistas? ¿Qué confíes, que confíes, que confíes? ¿Qué es tu cumpleaños y que lo único que puedo regalarte es mi alma? ¿Qué te escribo si yo no sé escribir de amor?.



-IAD-

*Que a veces, sólo a veces es mejor que las cosas no pasen, que nunca terminen de ser. para que permanezcan siendo hermosas por siempre, para que nunca te duelan, para que nunca dejen de hacerte vibrar... Es mejor así...

No hay comentarios: