vamos, siéntate frente a mí
y mírame a la cara.
¿Puedes?
¿Te haces el valiente?
Bien, sostenenme la mira.
Habla frente a mí, enfréntame.
Habla. No me grites.
He aprendido a escuchar perfectamente.
No, tampoco quiero escuchar de mí,
de mí ya se mucho.
Háblame de ti. Hablar de otra persona es fácil.
¿Eres valiente?
Vamos, estamos solos. No finjas.
No te cubras conmigo.
¿Yo?
No, no te equivoques, ya te he dicho,
de mí ya se mucho.
Anda se valiente háblame de ti, enfréntate a ti,
cada uno contra sus monstruos, ¿puedes?
¡Basta!
Levántate voltea el espejo,
si, mírate no eres más que el reflejo
de tus palabras contra mí,
no te defiendas de mi
yo no soy tu enemiga.
Mira, estas solo contra ti,
mira lo que tenías y destrozaste,
¿No has visto tus manos manchadas de sangre?
Lo suponía, siempre tan mezquino y ciego.
¿Qué has hecho todo este tiempo?, ¿culparme?
No, no me digas lo que no te di ya me lo sé de memoria.
Háblame de ti, de tus miedos y tus errores.
Tal vez deberías acercarte más a tu espejo.
Platica con tus miedos, conquístalos, abrázalos.
Y ya sé, ¿por qué no platicas con tu cobardía?
Tal vez necesitan conocerse y después
podrás abrazarla, ya veras que bien se siente.
No por mi,
hace tiempo que me has dejado sola
y sin embargo sigo a tu lado.
No lo sabes
¿verdad?
Fuiste y eres incapaz de mirar
lo que tenias.
Siempre buscabas en otro sitio.
Preferías la atención
de cualquier otro lado por pequeña que fuera
necesitabas que alguien te mirara,
y ahí estaba yo, ahí estaba toda mi atención
centrada en ti, siempre en ti,
y nunca la viste.
Tus ojos perdidos buscaban en otra parte
y todo lo tenias en tus manos.
De tus manos a tus pies.
Ssshh!!!
No digas nada, ¡no te atrevas!
no importa, ya no importa,
nunca importo.
Enfrentalo, vé mas allá
de tu egoísmo
observa con atención...
¿No quieres?
¿Que estoy loca?
Esta bien, no tienes que hacer nada
pero si algún día quieres,
puedes hacerlo.
Ve al espejo,
mírate
habla contigo.
Tú que lo escondes todo en el silencio.
Que tus culpas las arremetes contra otros.
Tú, deja de hablar de mi.
Mis errores con tus culpas
ya están en un bote de basura.
Valiente tú que culpas al mundo
Cuando este ha sido destruido por ti.
mira lo que tenías y destrozaste,
¿No has visto tus manos manchadas de sangre?
Lo suponía, siempre tan mezquino y ciego.
¿Qué has hecho todo este tiempo?, ¿culparme?
No, no me digas lo que no te di ya me lo sé de memoria.
Háblame de ti, de tus miedos y tus errores.
Tal vez deberías acercarte más a tu espejo.
Platica con tus miedos, conquístalos, abrázalos.
Y ya sé, ¿por qué no platicas con tu cobardía?
Tal vez necesitan conocerse y después
podrás abrazarla, ya veras que bien se siente.
No por mi,
hace tiempo que me has dejado sola
y sin embargo sigo a tu lado.
No lo sabes
¿verdad?
Fuiste y eres incapaz de mirar
lo que tenias.
Siempre buscabas en otro sitio.
Preferías la atención
de cualquier otro lado por pequeña que fuera
necesitabas que alguien te mirara,
y ahí estaba yo, ahí estaba toda mi atención
centrada en ti, siempre en ti,
y nunca la viste.
Tus ojos perdidos buscaban en otra parte
y todo lo tenias en tus manos.
De tus manos a tus pies.
Ssshh!!!
No digas nada, ¡no te atrevas!
no importa, ya no importa,
nunca importo.
Enfrentalo, vé mas allá
de tu egoísmo
observa con atención...
¿No quieres?
¿Que estoy loca?
Esta bien, no tienes que hacer nada
pero si algún día quieres,
puedes hacerlo.
Ve al espejo,
mírate
habla contigo.
Tú que lo escondes todo en el silencio.
Que tus culpas las arremetes contra otros.
Tú, deja de hablar de mi.
Mis errores con tus culpas
ya están en un bote de basura.
Valiente tú que culpas al mundo
Cuando este ha sido destruido por ti.
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