TU

Esto no es poesía. Esta soy yo: desbordandome...

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Nueva sensación

Veo sobresalir a una chica; es esbelta, hermosa, y esta melancólica porque acaba de separarse de un chico. Sufre, pero su dolor es menos agudo que su asombro ante el descubrimiento del tiempo; lo ve como jamás lo había visto antes.

Hasta entonces el tiempo se le había revelado como un presente que avanza y se traga el porvenir; lo temía cuando avanzaba veloz (si esperaba algo malo) o se sublevaba cuando se hacía lento (si esperaba algo bueno). Pero ahora el tiempo se revela de un modo muy distinto; ya no se trata del presente victorioso que se apodera del porvenir; se trata del presente vencido, cautivo, que el pasado se lleva. Ve a un chico que se aleja de su vida y se va, inaccesible ya para siempre. Hipnotizada, solo puede mirar ese pedazo de vida que se aleja, resignada a mirarlo y sufrir. Experimenta una sensación, del todo nueva, que se llama añoranza.

Esta sensación, este deseo invencible de regresar, le descubre de golpe la existencia del pasado, el poder del pasado, de su pasado; en la casa de su vida han aparecido ventanas, ventanas abiertas hacia atrás, a lo que ha vivido; ya no podrá concebir su existencia sin esas ventanas.
Busca esos ecos, esas correspondencias, esas corresonancias que le permiten sentir la distancia entre lo que fue y lo que es, la dimensión temporal (tan nueva, tan sorprendente) de su vida; y eso significa para ella convertirse en alguien con conocimiento del tiempo, alguien que ha dejado atrás un fragmento de vida y es capaz de volver la vista para contemplarlo.

-M. K.-

No hay comentarios: