TU

Esto no es poesía. Esta soy yo: desbordandome...

domingo, 13 de diciembre de 2015

Me niego a escribirte con dolor y por eso te escribo con fuerza

No, no, no, no, no, no, me niego. Me niego a creer que el amor es una fuerza tan débil. Me niego a pensar que el amor es una fuerza que se acobarda. Me resisto a creer que una tarde soleada se opaca por una noche lluviosa. Me niego a aceptar que lo que un grupo ve en la cara de dos enamorados retrocede ante negativas que no vienen del corazón. No acepto la idea de que "lo correcto" ahuyente lo perfecto. No, no y no voy a silenciarme ante palabras que intentan sofocar actos. No hay forma que reconozca tu partida después de tus abrazos, después de tus besos, después de tus te adoros o tus te quieros. Jamás voy a dar un paso atrás cuando he escuchado un yo más cuando digo te quiero, cuando te despides con dolor de mi en un andén de metro que no parece sino el escenario de un romance hermoso. Me niego, G......., me niego a dejarte ir sin luchar porque ¿marchamos juntos en lucha dos veces para contradecir el espíritu combativo con un sí, me resigno? Me niego a que la fuerza que me abrazó en la tristeza me quiera hoy de vuelta en la oscuridad de la desesperanza. No reconozco tu ruptura ni tu partida. No creeré que las canciones y los textos y el piano y la guitarra han sonado por historias breves y agotables. Me niego a no quedarme contigo. Me niego a que el amor que me tiene dando vueltas a las cuatro de la mañana, sin hambre, sin sueño, sea alejado por una resignación falsa. Me niego a llorarte porque quiero reírte. Me niego a olvidarme del olor de tu cabello. Me niego que tengas miedo. Me niego a tenerlo yo. Me niego a la pasividad con la que recibo tus palabras porque no soy un pasivo, soy fuerza y lucha. Me niego a no verte mañana y pasado mañana y el resto de la vida si el amor así lo quiere. Me niego a no enfrentar el dolor futuro de una desgracia por permitir el dolor presente de un falso desamor que nos hace frente; falso y engañoso. No acepto, no acepto, no acepto tus palabras de esta noche, cuando éstas le mienten a las palabras de esta tarde. No voy a soltar tu mano. No voy a dejar tus brazos colgados de tu cuerpo, sin los míos, sin mí. No voy a acobardarme ni a resignarme ni a dejarte ir. No voy a comenzar de vuelta sin ti. Me niego a hacerlo y no voy a hacerlo. No voy a mirarte caminar de espaldas a mi, a las ganas, a los sueños, a lo bello sólo porque es correcto. No voy a callarme una vez más porque sé dónde despiertan tus sueños y tus ganas de volar y sé que tengo que ver con ellos. No voy a olvidarme ni a terminar de esta manera. No te voy a dejar partir. No te voy a dejar ir de mí, no te voy a dejar ir de mí, no te voy a dejar ir de mí. No, porque no quieres. No, porque no quiero. No voy a vivir sin ir al cine ni a la montaña ni a los tacos. No voy a vivir sin presentarte a mis amigos ni conocer a los tuyos. No voy a morir sin haber sabido lo que se siente dormirte a besos y despertarte a besos. No voy a vivir sin que hayas conocido mi casa. No voy a vivir sin tu piel, sin tu cuerpo, sin tus mordidas y chupetes. Me niego. Me niego. Me niego. Me niego porque te dejé mi corazón y en unas cuantas semanas lo reanimaste, lo fortaleciste y lo hiciste crecer. Me niego porque me quitaste el frío, porque me recordaste lo que es el amor y lo que es sentirse amado. Me niego y si no me contestas tendré que buscarte, porque tú me necesitas como yo a ti. Y si he de destruir muros y montañas para entrar en tu vida lo voy a hacer. Me niego a tener miedo y dolor porque eso no es el amor. Me niego a escribirte con dolor y por eso te escribo con fuerza, ganas y voluntad. G....... no me voy a rendir.

-IAD

1 comentario:

Anónimo dijo...
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